En las ultimas semanas se ha suscitado un controvertido debate sobre el proyecto de presupuestos presentado por el gobierno actual, centrado en si las cifras que recogen son verdaderamente realistas y si contribuyen a la recuperacion. En este debate, a nuestro juicio, a veces se olvida cual es la autentica naturaleza de un presupuesto. Sin olvidar que se trata del principal instrumento de partida de la programacion de las actuaciones del Gobierno, los PPGGE no dejan de ser una prevision, que estara sujeta, como toda proyeccion, a las correcciones que la realidad acabe por establecer. Por supuesto que el ejercicio presupuestario debe partir de bases razonables, pero, por si mismos, no constituyen la herramienta definitiva para introducir los cambios que una economia puede necesitar. Los cambios que supongan mejoras en la eficiencia de un sistema economico, han de introducirse mediante medidas legislativas y administrativas que potencien las transformaciones necesarias para alcanzar dicha eficiencia.
Si queremos que el crecimiento en la economia se consolide, que siga la progresion de la recaudacion fiscal, que disminuya el deficit y que se reduzca el desempleo, es necesario continuar con las medidas emprendidas, adoptando nuevas lineas de actuacion que contribuyan a incentivar las mejoras en la competitividad de las empresas y, consecuentemente, la generacion de riqueza. Este aumento en la generacion de riqueza ha de venir acompañado de una especial atencion a su optima distribucion, que permita mejoras en el ahorro y el consumo, de modo que se consolide el circulo virtuoso de las etapas de crecimiento economico.
Nuestra economia esta experimentando una clara mejoria, pero esta lejos de alcanzar una situacion satisfactoria. No debemos desechar las mejoras ya introducidas, con el riesgo evidente de que se pierda lo ya avanzado, pero no podemos conformarnos con ellas. Quedan aspectos en los que la necesidad de reforma resulta mas que evidente. Recuperar la unidad de mercado, simplificar la administracion, lograr una administracion de justicia eficaz, recuperar un marcp de estabilidad y seguridad juridica para las inversiones, establecer una politica energetica que permita reducir unos costes excesivos tanto para ciudanos como para empresas, ajustar el tamaño de la administracion, o replantear los estimulos a las actividades innovadoras de modo que se favorezca la autentica generacion de valor y los resultados, son algunos de los principales retos que tenemos por delante, y que estamos obligados a afrontar.
Seran las medidas en estas areas las que permitiran que se cumplan las previsiones presupuestarias.