La base del comercio es la credibilidad. Efectivamente, cuando una parte presenta una propuesta comercial a otra, siempre ofrece un producto o servicio a cambio de un precio. En el momento de formalizar el contrato o pedido, confiamos en que más adelante se hará efectiva la prestación; una vez realizada ésta, si somos vendedores, confiamos en que nos pagarán según lo acordado.
Pero no siempre es así.
Para una empresa pequeña un cúmulo de impagados puede desestabilizar todas las previsiones de crecimiento y puede desembocar en una situación de crisis financiera que conlleve incluso el cierre de la misma.
El próximo jueves 29 de febrero está prevista una jornada que hemos titulado “Gestión de Impagados en la Empresa” y en la que se explicarán qué recursos o procedimientos pueden utilizarse cuando el cliente o el que ha recibido el producto o servicio no paga el importe acordado previamente.