Las Cámaras de Comercio españolas estiman que se crearán 450.000 empleos en 2018
La provincia de Pontevedra protagoniza los datos publicados esta mañana por la Encuesta de Población Activa (EPA) relativa al segundo trimestre del año. Y es que Pontevedra suma 9.000 de los 11.500 parados menos en Galicia entre abril y junio de 2018. Esta importante disminución es para la Cámara “una excelente señal de que la segunda mitad del año será más favorable para el empleo; se trata de la mayor caída de paro registrada en nuestra Comunidad”. La institución que preside José García Costas entiende que el objetivo “es continuar la senda de crecimiento del empleo, tratando de reducir, además, la temporalidad de los contratos y fomentar el empleo juvenil”.
A nivel nacional, las Cámaras de Comercio españolas estiman que el proceso de creación de empleo proseguirá con dinamismo durante la segunda mitad del año, con un incremento medio de la ocupación del 2,4%, alrededor de 450.000 puestos de trabajo, durante el conjunto del 2018. A finales del ejercicio, la economía española podría situar su tasa de paro en el entorno del 14,5%, en un contexto de crecimiento del PIB del 2,7% para el conjunto del año.
Las perspectivas favorables en materia económica para 2019, con un avance en el entorno del 2,4% según las últimas previsiones de la Cámara de Comercio de España, permiten asimismo pronosticar la continuación de la senda de creación de empleo durante el próximo año, con aumentos en la ocupación en el entorno del 2%.
No obstante, las cuestiones laborales deben seguir figurando entre las prioridades en la agenda de la política económica, al presentar nuestro país una tasa de paro que sigue duplicando la registrada en la Unión Europea y permanecer los problemas para acceder a un puesto de trabajo por parte de los jóvenes o los parados de larga duración. En este sentido, cualquier revisión del marco laboral debería partir del consenso y orientarse a impulsar determinadas reformas estructurales en su funcionamiento, en aras de mejorar la calidad del empleo, aumentar la tasa de actividad, reducir la burocracia y los costes derivados de la contratación, y reformar las políticas activas de empleo.
A nivel agregado, los principales retos a atender con potencial incidencia sobre el mercado laboral, se centran en la inestabilidad territorial en España, los riesgos de desviación presupuestaria que impidan alcanzar los objetivos acordados con nuestros socios comunitarios, el avance en las reformas estructurales pendientes (financiación autonómica, sistema de pensiones o funcionamiento de las Administraciones Publicas), y la resolución de determinadas incertidumbres a nivel internacional (como el agravamiento de la tensión comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos o la escalada de los precios del crudo).