El Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de España en su reunión de hoy ha aprobado el siguiente comunicado:
La pertenencia a la Unión Europea y el sistema institucional definido por la Constitución de 1978, que instaura los principios de Democracia, Estado de Derecho, economía social de mercado y Estado del Bienestar, son los pilares fundamentales sobre los que se ha asentado la convivencia en los últimos 40 años en los que la sociedad española ha alcanzado altas cotas de prosperidad y bienestar. Y esos principios constituyen, como se ha evidenciado, las premisas básicas para que las empresas puedan desarrollar su actividad, llevar a cabo nuevos planes de inversión, crear puestos de trabajo y ser competitivas en el mercado global.
Las Cámaras de Comercio de España, que tiene encomendada la defensa de los intereses generales de las empresas españolas, consideran que la preservación de esos principios es esencial para asegurar el bienestar social y económico del conjunto de los ciudadanos. Los españoles estamos llamados nuevamente a las urnas el próximo 26 de junio, después de que las principales fuerzas políticas no hayan alcanzado un acuerdo para formar gobierno tras los comicios del pasado 20 de diciembre.
El resultado es que el país lleva sumido en una situación de interinidad política que dura ya más de seis meses. Por ello, tras las elecciones, las empresas demandan un debate inmediato y efectivo entre las diferentes fuerzas políticas, que desemboque en necesarios pactos capaces de garantizar la estabilidad, que refuercen la confianza de los diferentes actores y que aseguren los principios aludidos.
En el ámbito económico-empresarial, las Cámaras ya reclamaron en diciembre pasado sólidos pactos de Estado en cuatro cuestiones clave para nuestro modelo de desarrollo a largo plazo, como son la competitividad e internacionalización de la economía española, la formación y el empleo, la unidad de mercado, y la energía.
Es importante señalar también que la estabilidad macroeconómica debe seguir siendo uno de los pilares de la expansión de la economía española, por lo que es necesario mantener el proceso de consolidación fiscal.
Es imprescindible disponer de un número creciente de empresas fuertes, con mayor dimensión media, con decidida vocación internacional, con trabajadores y directivos adecuadamente formados, con mayores recursos destinados a la innovación y la digitalización, con productos y servicios de calidad y marca, y, en definitiva, con mejor capacidad competitiva en el mundo global.
Las empresas deben ser las protagonistas destacadas de las iniciativas y actuaciones de la política económica, como agentes fundamentales para la estabilidad y el desarrollo del sistema. La sociedad debe ser consciente de la significativa e irremplazable importancia de la empresa en la creación de riqueza, empleo y bienestar colectivo.
En este escenario, las Cámaras de Comercio reafirman su firme voluntad de colaboración y reclama el esfuerzo responsable y generoso para construir puentes de diálogo y consenso que permitan consolidar la recuperación y avanzar en el progreso económico y social de los ciudadanos y empresas de nuestro país.
La historia revela que España ha logrado importantes avances cuando las principales fuerzas políticas han sido capaces de negociar y llegar a acuerdos duraderos. Esta enseñanza debe guiar los pasos a dar en los próximos meses, sin olvidar cuáles han sido las fuerzas motrices de nuestra prosperidad en los últimos 40 años: pertenencia a la Unión Europea y marco institucional del 78. Todo ello con la vista puesta en el futuro para asentar con garantías las bases de un nuevo salto de modernidad y progreso en la próxima década, que los españoles esperan lograr en Democracia, Estado de Derecho, Estado de Bienestar y una economía social de mercado en la que la empresa es la pieza clave.